El pasado fin de semana se registró el fallecimiento de una joven venezolana, cuya noticia transcendió fronteras e impulsó una campaña de apoyo para repatriar los restos al estado de Táchira del país caribeño. No obstante, por voluntad de la propia familia, su deceso permitió un exitoso procuramiento de órganos, cuyo destino podría beneficiar a varios pacientes con trasplantes.
Según informó el Hospital Clínico de Magallanes, a través de la enfermera de procuramiento Ailing Campos Morales, con este último procedimiento se concretan siete procuramientos en lo que va del año, aclarando que un caso no se concretó por mal estado de los órganos. “Fueron siete personas que hicieron todo lo que tenían que hacer para donar, sólo que una de ellas no cumplía con los criterios, era más añosa, el hígado no estaba en buenas condiciones, los riñones tampoco, por eso se rechazó, pero se cuentan como siete”.
El último procedimiento consistió en procuramiento de “dos riñones, el hígado y dos córneas”, sostuvo Campos. La enfermera explica que la cantidad de pacientes beneficiados puede variar. “Si lo vemos en órganos sólidos, podemos contar tres pacientes trasplantados: uno cada riñón, serían dos, y el hígado, tres pacientes. Y las córneas, si se trasplantan completamente, son dos pacientes más. SI estas córneas no se trasplantan completamente a un paciente, pueden ayudar hasta 15 personas cada córnea”.
Campos explica que en ciertos casos una córnea se puede subdividir para hacer “parches corneales”, o también “se pueden laminar en tres partes”.
LA PATILLA