Mía tiene 7 años de edad. Viajó hace un mes con su madre a Madrid y tenía previsto volver a Venezuela en un vuelo de la aerolínea Estelar el lunes 24 de noviembre. Es la más pequeña del grupo de al menos 60 personas que permanecen varadas en Terminal 1 del aeropuerto Adolfo Suárez – Barajas, tras el anuncio de la cancelación de los vuelos desde y hacia Caracas. Tiene fiebre y malestar estomacal que la mantiene en el suelo del terminal aéreo.
El resto de los adultos resiste. Tienen más de 24 horas sin bañarse, comiendo lo poco que se pueden costear y sin saber ya a quién dirigirse, porque después de más de un día de la cancelación de su vuelo con destino a Caracas, hasta ahora no han recibido una comunicación de la aerolínea encargada del traslado.
“Nosotros lo que queremos es regresar a nuestro país. No queremos reembolso ni nada, lo que queremos es volver a Venezuela”, expresó José Enrique García Naranjo, quien viajó hace una semana a España por motivos laborales sin saber que la situación política y la tensión entre la administración de Nicolás Maduro y el gobierno de Estados Unidos le afectaría.
García, que figura entre quienes lograron chequearse, fue sorprendido por la cancelación del vuelo minutos antes de que la aerolínea lo notificara a través de las pantallas del aeropuerto. Ha escrito en reiteradas oportunidades al WhatsApp de la compañía aérea, pero y las respuestas que recibe son emitidas por un robot.
Seguirán llegando
El primer grupo de afectados tenía previsto volar con destino a Caracas el lunes 24 de noviembre en la tarde, pero este martes se sumaron otros con vuelos programados para el miércoles 26 y el viernes 28.
A la T1 también llegaron personas procedentes de Dinamarca, Turquía y otros destinos europeos con la intención de hacer conexión desde Madrid hasta Caracas, por lo que se prevé que el número de afectados siga incrementándose en los próximos días.
El principal problema de estas personas es que las autoridades del aeropuerto Adolfo Suárez les informaron que a partir de este martes en la noche no podrán dormir en los pasillos del terminal aérea y que debían buscar solución a través del consulado de Venezuela en Madrid.
Entre el grupo de afectados hay 20 ciudadanos colombianos que llegaron de Turquía el domingo 23 de noviembre. La Cancillería de Colombia los contactó para pedirles sus datos, con la intención de ayudarlos a buscar una solución que los regrese a su país.
“Somos parte de los afectados por el cierre del espacio aéreo venezolano. Ya la Cancillería colombiana se comunicó con un compañero nuestro para pedirnos los datos, para ver qué nos pueden gestionar, pues la aerolínea se lavó las manos con todo, porque nosotros teníamos conexión desde Turquía a Caracas y prácticamente quedamos varados aquí en Madrid”, declaró Andrés Felipe Soto, uno de los aquejados por la situación.
EL NACIONAL