Como Lianyeli Colina Escobar, quedó identificada la joven de 23 años, que fue degollada por su pareja, un hombre que pagaba prisión en la cárcel de Tocuyito, estado Carabobo.
La víctima de este hecho estaba embarazada y aconteció que al llegar al penal a visitar a su pareja como acostumbraba hacerlo, se detuvo unos minutos a conversar con otro detenido y esto le molestó a su verdugo quien le quitó la vida degollándola y propinándole un disparo en la cabeza.
Lianyeli era una muchacha rumbera. Nunca decía donde estaba o a donde iba. Incluso, su familia no sabía que frecuentaba el Penal de Tocuyito. “Ella siempre salía y no decía a dónde. Solo me decía: «cuídame a los niños ya vengo». Pero no tenía idea de lo que hacía ni me decía dónde vivía”, cuenta la madre con dolor minutos después de reconocer el cadáver de su hija en la morgue de Valencia.
En el Penal todo estaba revolucionado por el asesinato de la joven porque, según la ley impuesta en el mundo carcelario “la visita se respeta”.
La joven era de Morón, pero vivía con su suegra en Valencia. Tenía un mes y una semana de embarazo. Su mamá cree que el padre del bebé que venía en camino sería el homicida.
“En estos días me llamó para decirme que se sentía triste. Que estaba embarazada y que tenía amenaza de aborto. Me dijo que estaría de reposo. No entiendo qué hacía en el penal”, recuerda la madre, aún en llanto.
Con Información de El Carabobeño