El primer ministro de Trinidad y Tobago Keith Rowley publicó un comunicado este miércoles 25 de noviembre donde acusó al secretario general de la Organización de Estados Americanos OEA, Luis Almagro de “desencadenar y alimentar la actual situación venezolana”.
Rowley aseveró que los funcionarios de la OEA y el gobierno de EEUU le declararon la guerra a la isla por tener temeridad de no haberse unido a Elliot Abrams y al presidente Trump para realizar un cambio violento en Venezuela.
Asimismo, alertó que se están usando personas anónimas y “ sin rostro, armadas y con niños inocentes” para asaltar, y obligar al gobierno de Puerto Principe a aceptar el estatuto de refugiados y tratados internacionales, para mantener las fronteras abiertas en tiempos de pandemia.
Aunado a esto, indicó que las fronteras de la isla se cerraron para nacionales como extranjeros desde el 22 de marzo como medida para evitar la exposición a nuevos casos por covid-19.
“Actualmente hemos cerrado nuestras fronteras incluso a nuestros propios ciudadanos en esta pandemia y resistiríamos todos los esfuerzos de otros que están empeñados en forzar la apertura de nuestras fronteras a través de la inmigración ilegal”, destacó.
A su juicio, de aceptar la entrada de cualquier persona en calidad humanitaria, se exponen a la entrada al país cualquier migrante económico, traficantes de armas, de personas o de estupefacientes u otra persona que incurra en delitos expresándoles que deben viajar a la isla y decir que solicitan refugio. El primer ministro trinitario agregó además que 16 mil venezolanos fueron aceptados recientemente.
“Apoyamos incondicionalmente el trabajo de las Naciones Unidas, pero esta amenaza y el persistente desprecio por los destacados esfuerzos humanitarios realizados por la gente de TT no se ajustan al espíritu y propósito del Acnur (Agencia de la ONU para los Refugiados)”.
Cabe destacar que un juez superior de Trinidad y Tobago ordenó el pasado martes la liberación de los 10 menores de edad y cuatro de sus madres de un centro de detención de migrantes que está localizado en el Heipuerto de la Guardia Costera de ese país, alegando que las leyes de su nación no prevén la detención ni la deportación de niños.
Los menores, quienes fueron puestos en custodias de sus familiares también orilló a la jueza Joan Charles de ordenar la liberación de algunas madres.
“Se necesita hacer más … Esta situación debe rectificarse y se deben establecer los procedimientos y la política adecuados para facilitar la liberación de estos niños de la custodia”, dijo la jueza.
El Comisionado de la Policía de Trinidad y Tobago además informó que un grupo de 28 inmigrantes venezolanos que fueron detenidos el 17 de este mes y deportados a Venezuela cinco días más tarde regresaron a la isal y desembarcaron en la playa los Iros. Los inmigrantes fueron detenidos y llevados al Servicio de Salud de Siparia para ser examinados y regresados al país debido a la orden judicial permitiendo su retorno para enfrentar un proceso legal.
Con información de La Verdad