En Jolo Capital de Sulu en la remota provincia al sur de Filipinas, se produjeron dos explosiones que dejaron al menos doce muertos y cuarenta heridos. Las autoridades, entreven que pueda tratarse de dos antentados yihadistas de Abu Sayyaf.
Siete de los fallecidos son militares, cuatro sociales y uno se presume es un atacante suicida quien hizo detonar la segunda bomba.
La policía y el ejército en Sulu presentaron un informe preliminar, donde explican que el yihadista Abu Sayyaf en el 2014 había jurado lealtad al Estado Islámico y ya para el 2019 había detonado una catedral cercana a los dos atentados acontecidos.
Por su parte el teniente Coronel Ronaldo Mateo, confirmó a los medios de los decesos en medio de estos dos nuevos atentados dejando además 19 heridos del ejército y 22 civiles.
Fue en horas del medio día (local), que en la céntrica plaza de Jolo estalló una motocicleta localizada en las cercanías del lugar donde el ejército repartía alimentos. Mientras, la segunda explosión se daba una hora después en en el lugar del siniestro, al momento que la policía lo acordonaba.
«De momento, el número definitivo de víctimas está por determinar mientras la investigación trata de identificar a los posibles sospechosos», informó el jefe de la Policía Nacional, Archie Gamboa.
La policía de Filipinas sospecha de Sayyaf, a pesar de que su presencia ha sido reducida en el Mindanao Musulmán. Sin embargo, aún quedan militantes de al menos 300 efectivos en Sulu donde también se sospecha que se esconden yihadistas huidos del extinto califato del Estado Islámico.
Para el 2019, Abu Sayyaf y yihadistas extranjeros estallaron dos bombas en la catedral de Jolo en plena misa dominical, teniendo como resultado 23 personas fallecidas incluidas dos personas que se inmolaron. Y al menos, un centenar de personas heridas.
Con información de Unión Radio