En esta nueva jornada de flexibilización bancaria, la situación con los adultos mayores que acuden a la entidad bancaria Bicentenario, es cada vez más difícil, según la denuncia que hace esta población vulnerable.
Bajo el inclemente sol, enfermos, con hambre y tirados en las aceras, se observa a los abuelos que pasan horas en espera de ser atendidos.
Juan José Sánchez, de 84 años, es fiel ejemplo de las calamidades que sufren cuando van a dicho banco, donde las fallas del sistema y la falta de energía eléctrica son una constante.
«Ya estoy cansado de venir sin tener respuesta sobre la corrección de un problema que tengo con mi cuenta bancaria. Aquí hay gente que duerme para poder agarrar los primeros puestos. Yo estoy enfermo y no puedo hacerlo», expresó Sánchez.
Otros dijeron que está institución financiera siempre ha presentado deficiencias que perjudica a los pensionados quienes hace mucho que no cobran en efectivo y no cuentan con tarjetas de débito por falta de plástico.
Blanca Sánchez