En un encuentro con periodistas, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró que la ofensiva del Gobierno estadounidense en el Caribe continuará pese a las crecientes tensiones internacionales que ha generado la operación.
“Nosotros no comentamos sobre asuntos confidenciales. En cuanto a la posición del gobierno contra el narcotráfico en el país, la campaña va a continuar. El presidente (Trump) ha dejado en claro que no va a permitir que los terroristas traigan ilegales que matan a ciudadanos estadounidenses”, expresó.
Las declaraciones de Leavitt se produjeron luego de que Reino Unido suspendiera temporalmente el intercambio de inteligencia con Washington, en protesta por los recientes ataques contra embarcaciones en aguas del Caribe. Aunque la funcionaria evitó referirse al asunto de manera directa, afirmó: “He visto esos reportes, pero nosotros no comentamos sobre asuntos confidenciales”.
Por su parte, el Departamento de Justicia estadounidense defendió la legalidad de las acciones militares ejecutadas contra presuntos narcotraficantes. Según un vocero del organismo, los ataques “fueron ordenados de acuerdo con las leyes de conflicto armado y, como tales, son órdenes legales”.
El mismo portavoz precisó que los militares involucrados no pueden ser procesados judicialmente por estas operaciones, las cuales han dejado al menos 76 personas muertas en las últimas semanas.
«El personal militar está legalmente obligado a seguir órdenes lícitas y, como tal, no puede ser procesado», añadió el portavoz.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, instó el lunes a Washington a investigar la legalidad de los ataques contra los supuestos barcos que transportan drogas y dijo que había «fuertes indicios» de que constituyen «ejecuciones extrajudiciales».
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