Joven venezolana salva seis vidas en Estados Unidos al donar sus órganos

Gracias al acto de generosidad de la familia de Ibeth Chiquinquirá Acuña Galué, Steve de 56 años, había salido de la lista de espera para un trasplante de órganos de más de 103.000 personas en Estados Unidos, una cifra más que suficiente para llenar dos estadios de los Yankees, al recibir el corazón de la joven venezolana.

Otras cinco vidas salvó Ibeth Acuña después de morir en aquel accidente de tránsito. Fue en las calles de Nueva York que sucedió el hecho. Era de madrugada. Todos los esfuerzos para salvar su vida se agotaron en el Hospital de Jamaica, en Queens, el 27 de enero de 2022. Entonces, los médicos declararon la muerte cerebral de la joven zuliana.

Nada le produjo tanto dolor a Hugo Acuña que la noticia del accidente de su hija. Estaba en Maracaibo con su esposa y tres de sus hijos. Todos deshechos.

No llegaron a tiempo de ver a Ibeth antes de que sus órganos fueran extraídos para la donación. Una tormenta de nieve en Nueva York había paralizado su vuelo en el aeropuerto El Dorado, en Bogotá, Colombia.

“Yo estaba rumbo a Estados Unidos cuando me llamó el doctor. Fue un momento demasiado triste y doloroso, ya que no logré verla viva; llegué a retirar su cuerpo”, recuerda.

La joven zuliana estaba llena de sueños. Llevaba menos de un año en Estados Unidos. Se había ido con uno de sus hermanos a vivir con su abuelo paterno, una tía y varios primos. Se sentía entusiasmada. Trabajaba. Ayudaba al resto de la familia que planeaba dejar la capital del Zulia muy pronto para reencontrarse en suelo estadounidense.

“Era una adolescente muy inteligente y cariñosa; era la alegría de todos”, describe su padre.

Un riñón fue donado a un niño de 9 años, el otro riñón y el páncreas trasplantados a un hombre de 52 años. El hígado a un hombre de 38 años y los pulmones a otro de 68 años. La joven marabina le devolvió también la vista a una persona con discapacidad visual mediante el trasplante de las córneas.

El padre de Ibeth no puede decir que fue una decisión fácil. Tampoco que hizo menos dolorosa la pérdida de su hija. No: “Siempre es difícil tomar decisiones de esa magnitud, pero saber que iba a dar vida a otras personas, que ya no tenían la oportunidad de vivir, nos contentó”.

Ibeth Acuña cambió la vida de 6 personas como donante de órganos y tejidos después de morir en Estados Unidos. Es el país con mayor número de trasplantes realizados en el mundo en 2022, cuando alcanzó una tasa de 130, 6 trasplantes por millón de habitantes (pmp), seguido de España, con una tasa de 115,3 pmp, de acuerdo con el último informe del Observatorio Mundial de Donación y Trasplante (ONT).

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