El personal de enfermería del hospital Dr. Rafael Calles Sierra de Punto Fijo, se concentró, la mañana del jueves, a las afueras de esas instalaciones para denunciar presunta persecución y acoso laboral.
El reclamo se dio en respuesta a la destitución de Jenifer Rodríguez, enfermera con 34 años de ejercicio, quien el pasado sábado fue conminada a entregar cuatro inyectadoras que pretendía sacar del hospital para suministrar tratamiento a un familiar enfermo.
Su colega, Iris Fonseca, explicó que como personal de la institución de los Seguros Sociales deberían ser beneficiadas con algún insumo y medicamentos, pero ni siquiera tienen esa concesión.
Irma Pineda, licenciada en enfermería, relató que en otros hospitales de la localidad, al personal de salud se les otorga un kit con insumos, además de sus implementos de bioseguridad, como guantes y tapabocas. «Aquí en el Calles Sierra tenemos que rogar para que nos otorguen estos suministros que son de vital importancia para resguardar nuestra salud y la de nuestros familiares».
Estas trabajadoras expresaron que aún no las han vacunado contra el Covid-19, porque no pertenecen al personal de primera línea. Aseguran que al estar atendiendo a todos los pacientes que llegan al HCS, están cumpliendo con una labor loable, pues no tienen ningún tipo de incentivo laboral, por lo que se consideran en riesgo constante.
«Con un sueldo que apenas sobrepasa los 4 millones de bolívares mensuales y con una insistente persecución, lo único que nos impulsa a seguir prestando atención es nuestra vocación de servicio», apuntó Pineda.
Las trabajadoras del área de enfermería estaban a la espera de los resultados de una reunión que se llevaba a cabo en la Dirección del hospital, la cual fue solicitada por la presidenta del Colegio de Enfermeras de Paraguaná, Norka Otero.
Blanca Sánchez
