Álex Saab empresario colombiano aseveró que «no colaboraría con EEUU» de lograrse su extraditación a dicho país por el archipiélago Cabo Verde donde, se encuentra bajo prisión domiciliaria a petición de Washington.
Saab aseveró que su detención fue ilegal.
«Mi detención ilegal tiene una motivación totalmente política y es patético que el Gobierno de Cabo Verde haya doblado la rodilla ante (…) EEUU».
Tanto el gobierno como la corte del país africano han aprobado su extradición, quien ha apelado ante el Supremo Tribunal de Justicia de Cabo Verde.
Saab tiene esperanzas en el Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental CEDEAO, que para este mes se debe pronunciar sobre su extradición y que ya a finales del 2020 dió sus fallo a favor de su arresto a domicilio.
«No colaboraría con Estados Unidos. Sin embargo, permítame ser muy claro. No he cometido ningún delito. Mis abogados y yo lucharemos, si es necesario, en todos los tribunales para demostrarlo con todo el apoyo de Venezuela. El único culpable aquí es Estados Unidos, que ha orquestado una campaña de hegemonía política contra Venezuela».
Con respecto a su arresto domiciliario aseveró que «para ser sincero, nada ha cambiado en realidad. Estoy bajo arresto domiciliario sólo de nombre. Estoy vigilado por 50 guardias armados, mis abogados son registrados cuando vienen y cuando se van, mis frascos de medicamentos son vaciados, incluso cuando son nuevos y están cerrados».
Indicó con respecto a su nacionalidad que es tanto colombiano como venezolano.
Aseveró que desde que fue detenido no ha hablado con el presidente Maduro.
«Pero estoy encantado de haber recibido a través de los canales oficiales un mensaje de apoyo y ánimo que agradezco».
Acerca de EEUU expresó que, desde que fue imputado y designado en julio del 2019, ese país «no ha presentado ni una sola prueba que sustente las acusaciones que se han hecho. Ni una sola. Las únicas pruebas consisten en insinuaciones y medias verdades que provienen de testigos desacreditados que recibieron a cambio la ciudadanía estadounidense».
Señaló que Cabo Verde no debía ni podía detenerlo.
«Yo era (y sigo siendo) un Enviado Especial de la República Bolivariana que realizaba una Misión Especial humanitaria para adquirir alimentos básicos, medicinas y equipos médicos muy necesarios para el pueblo de Venezuela. Por lo tanto, gozaba de inmunidad e inviolabilidad, tal y como establecen las leyes centenarias que rigen la circulación de los diplomáticos y agentes políticos».
Con información de EFE/ACD