La radiación solar en tu salud puede llegar a tener grandes efectos que varían desde lesiones en la piel leves hasta contribuir al desarrollo de cáncer o provocar desórdenes en tu sistema inmune.
Es por ello, que en esta oportunidad te compartiremos algunas medidas de precaución.
Radiación solar
Lo primero que debemos saber, es que hay varios tipos de radiaciones producidas por el sol; pero hay dos en particular que son las más incidentes como:
- La radiación infrarroja: Es de baja intensidad energética y escaso poder de penetración a través de la piel. En este caso, este tipo de radiación no suele ser responsable de problemas cutáneos. Al contrario, produce la sensación de calor y estimula la circulación sanguínea, aparte de favorecer la termorregulación y provoca sudoración.
- La radiación ultravioleta (UV): Con mucha capacidad de penetrar las capas internas de la piel del ser humano. De acuerdo con el tipo de radiación UV del que se trate, puede ser que simplemente produzca un bronceado más o menos intenso, o bien que provoque lesiones.
El sol y la salud humana
Según la Organización Mundial de la salud (OMS) algunos de los efectos negativos son:
- Quemaduras solares de diferentes grados
- Envejecimiento prematuro y acelerado
- Altas probabilidades de desarrollar cáncer de piel
- Enfermedades oculares de distintos tipos, entre ellas las cataratas
- Alteración de las funciones de las células presentadoras de antígenos
- Incremento de la formación de citocinas
Por tal razón, es de suma importancia la prevención de los efectos de la radiación solar, ya que no todas las personas corren los mismos riesgos frente al sol, por ejemplo; las pieles blancas son más susceptibles a las radiaciones que las oscuras y en el caso de los niños menores de tres años se recomienda estar al sol durante períodos prolongados.
Cuidar tu salud es saber vivir.
Con información de Mejor con Salud