De como el adulto mayor puede mejorar su salud bajo los preceptos de los hábitos en tiempos de pandemia

Para que un adulto mayor llegue a optimizar su salud al máximo en momentos de tanta zozobra por la pandemia que se suscita hoy por hoy.  Es necesario que conozca hasta donde llegan sus alcances, es decir, sus capacidades, no sólo física sino mental y espiritual que le permita estar cómodo con quienes le rodean.

La alimentación del día a día, las actividades diarias, una apropiada higiene bucal, caminar, tener una actividad física diaria, contribuirán a que la paz interior se desarrolle. Según la Organización Mundial de la Salud OMS sucesos determinantes en la vida de los adultos mayores pueden significar un cambio de 180 grados en la actitud del mismo, el estado de ánimo puede subir o decaer en medida de las afecciones que se padezcan o dejen de padecer.

Estadísticamente hablando, las caídas son uno de los principales causales en adultos mayores que tienden a generar deterioro físico paulatino. Son una de cada tres personas mayores de 65 años que sufren caídas de continuidad  anual. Esto genera como consecuencia que  al incapacitarlos, luego de estar acostumbrados a realizar actividades de manera independiente; suelen generar trastornos depresivos y de ansiedad. Según el ente mundial de salud, estas caídas suelen ser comunes en caderas, cuello de fémur, columna, muñeca y tobillo.

Sin embargo, la salud emocional no sólo se puede deteriorar por una simple caída que pueda incapacitar, mucho depende de la condición biológica de cada individuo. Hasta del ambiente natural, y construido por la misma persona puede ser un factor determinante.

Cuando una persona mayor de 65 años comienzan a padecer de problemas emocionales, constantemente obedecen a una mezcla de factores mentales, psicológicos, físicos, y sociales. El organismo y sus funciones vitales comienzan a modificarse en el adulto mayor. En  algunos casos, se puede observar un deterioro marcado en el cuerpo y en las funciones motoras.

Es de gran importancia hacerle sentir a los adultos mayores su valor, y de como por ser más “anciano” no debe influir en las añoranzas, en la creatividad, en el positivismo, y ¿por qué no? en tener una vida donde las responsabilidades no son la prioridad pero que está intrínseco como una decisión personal.

La meditación, escribir, leer, pintar, ocuparse de actividades de preferencia personal que durante la juventud por una razón u otra no pudo llevar a cabo y que alcanzando esta nueva etapa puede llegar a cumplir. Disfrutar los placeres de la vida de lo que sí se puede y se sabe hacer.

En tiempos de Pandemia, el confinamiento, el encierro tiende a crear desespero en niños, adultos y jóvenes. En los adultos mayores, la afectación se puede manifestar de manera rápida,  por eso la vida social claro está; a distancia es crucial, para tener la reciprocidad simbiótica que permite el estar en contacto con otro ser humano.

Alejarse de los sentimientos neglativos, liberar el espíritu suprimiendo toda emoción nociva que no permita interrelación con el resto de las personas como la inquietud, la ira, culpas, rencores, entre otros.

Y lo más importante, vivir el aquí y el ahora con pandemia o sin ella, tomando las precauciones necesarias. Siempre es bueno ponerse de primero, segundo y tercero, priorizando por primera vez sus necesidades,  y exclamando para sí mismo ¡Es mi momento!.

 Falcón Informativa

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