Cuatro ciudadanos venezolanos y tres guyaneses fueron acusados formalmente de terrorismo este miércoles por su presunta vinculación con el atentado contra una estación de servicio ocurrido a finales de octubre en la capital guyanesa.
El hecho dejó como saldo la muerte de una niña de seis años, según constató un periodista de la Agencia France-Presse (AFP) durante la audiencia judicial.
De acuerdo con las investigaciones, un ciudadano venezolano —identificado como Daniel Alexander Ramírez Poedemo, de 33 años— habría sido quien transportó y detonó el artefacto explosivo cerca de la gasolinera, causando una fuerte explosión que alcanzó a un vehículo familiar.
La menor falleció en el acto, mientras que otros ocupantes resultaron heridos.
Ramírez Poedemo, señalado como miembro de una banda delictiva, habría confesado haber ingresado a Guyana con los explosivos y detonar la bomba el mismo día del ataque, según reportes policiales.
Hasta el momento, nueve personas han sido detenidas, aunque solo siete fueron presentadas ante los tribunales este miércoles. Las autoridades continúan las investigaciones para esclarecer los motivos del atentado, que ha causado gran conmoción en la nación suramericana.
El presidente de Guyana, Irfaan Ali, condenó enérgicamente el suceso, calificándolo como “un acto de terrorismo” destinado a “sembrar miedo, caos y tensión” en el país.
Durante un discurso televisado, el mandatario pidió evitar cualquier tipo de prejuicio o discriminación hacia la comunidad venezolana residente en Guyana.
“No debemos permitir ni justificar que la indignación nos lleve por el camino de los prejuicios o la discriminación”, subrayó Ali.
Guyana alberga a una creciente comunidad de migrantes venezolanos que huyeron de la crisis económica y política en su país. Las autoridades locales han expresado su compromiso de proteger los derechos de estos ciudadanos, al tiempo que mantienen una investigación exhaustiva para determinar si el atentado tiene conexiones con grupos criminales transnacionales.
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